La vida es así... Que le voy hacer...

-Hola. ¿Qué haces aquí? – pregunté extrañada.
-Buenas noches. Te estaba esperando.
-¿Para qué?
-Pues para darte las gracias por lo de ayer.
-No ha sido nada, hombre. Bueno… Hasta mañana – me despedí lo mas rápidamente posible..
-Hasta mañana, Aria.
Esa noche por fin dormí sin sueños y sin despertarme ni una vez por el cansancio.
Pasaron dos días sin ninguna novedad. Pero mi confianza con Erik fue aumentando.
A la mañana siguiente me puse el chándal nuevo que me había comprado para estrenarlo en Educación Física.
Cogí la maleta, dos tortitas para comer por el camino y me marché.
Al llegar a clase me puse a charlar con Val.
-Hoy nos dan el examen de Física y Química. ¿Cuánto crees que vas a sacar? – me preguntó.
-No lo sé, ¿un nueve? O un ocho. ¿Tú?
-Yo por ahí, también.
El profesor entró en clase y cada una se sentó en su sitio.
-Melissa, un ocho. Miguel, un dos. Samantha, un siete. Mery, un ocho y medio. Max, un seis con setenta y cinco, tiene que aplicarse más, señorito. Valeria – esta cruzó los dedos – un nueve. Joe, un cinco raspado. Lorena, un ocho y medio. Roberto, un tres con veinticinco. Taylor, un siete y medio. Y la mejor de todos, Aria, un diez – se paró un momento para mirarnos a todos – Enhorabuena a todos los que han aprobado este último examen. Los otros ya nos vemos en septiembre.
-¡Si! – grité – Huy, lo siento.
Al salir de clase todos me felicitaron. Salí corriendo y llegué a casa rápido para enseñarle la nota a mi madre.
-Muy bien, hija.
-Gracias, mamá.
Cuando acabé de comer y de hacer los deberes que nos había puesto la profesora de Francés, me fui dar una vuelta para despejarme. Al salir de casa vi de lejos una sombra que se acercaba a mí corriendo...

En fin, está bien, vosotr@s ganáis, dejaré de intentarlo, me conformaré con tener 2 comentarios por entrada y listo.
¡Gracias a todos por leer mi libro y seguirme!
¡Besooos!