Sé que dije...

Mientras lo esperábamos me dediqué a contemplar el paisaje que se extendía delante de mi.
La noche era estrellada y sin Luna, iluminada por los fuegos artificiales que lanzaban desde la plaza. La carretera principal estaba ocupada por todo tipo de colchonetas y puesto con bolsos, joyas, gominolas, etc. Se veía a personas de distintas clases: niños jugando divertidos o llorando cansados, adultos charlando con otras personas o aburridos intentando convencer a sus hijos para marcharse a casa, ancianos bailando felices y adolescentes bebiendo.
Pero inmediatamente me olvidé de admirar eso en cuanto apareció Erik.
-¡Hola! Has podido venir.
-Si, no quería decepcionarte.
- Bueno estas son Val, Meli, Samantha y Mery – conforme se las iba presentando estas le dieron dos besos cada una.
-Es un placer.
-El placer es nuestro, claramente.
-Bueno, ya te puedes ir cuando quieras – le dije.
-¿Me estás echando?
-No, nos estoy echando. Nos vamos. Adiós, chicas.
-Adiós. No hagáis nada raro. Ja ja ja.
Nos marchamos hasta la pista de baile.
-¿Quieres bailar conmigo?
-Sabes que no se me da bien bailar este tipo de música.
-Inténtalo.
Me llevó – o más bien me arrastró – a la pista de baile y allí me abrazó y se comenzó a mover. Yo seguía el ritmo con pases torpes...


Sé que dije que no volvería a hablar, pero no puedo resistirme... Bueno, aquí tenéis otra pequeña parte de mi umilde libro.
¿Sabéis qué? A veces me desanimo cuando visito otros blogs y veo el número de visitas y seguidores que tienen, pero luego vuevo entrar en el mío, y cuando veo que mis segudiores (aún que pocos) leen mi libro y me comentan, me pongo contenta.
Bueno, siento haberos soltado este rollo... xD
¡Muchísimas gracias por estar ahí!