Llega al fin...

Pasó un mes entero sin incidentes y sin ninguna novedad. Cada día mi relación con Erik mejoraba más y pronto, pero sin querer, se me fue olvidando poco a poco el incidente de Esme.
-Mañana será el cumple de Erik – les dije a mis amigas – Tenéis que ayudarme a preparar todo. Por favor.
-Claro, mujer.
-¡Gracias! ¡Os quiero!
-¿En donde la vamos a celebrar? – preguntó Samantha.
-En mi casa, por supuesto – le respondí sorprendida - ¿O tienes algún lugar mejor?
-La verdad es que no. Era simple curiosidad.
Estuvimos planeando la decoración media tarde, antes de ponernos a trabajar.
-¡Vamos allá!
Nos recogimos el pelo en una coleta para no mancharnos y nos pusimos manos a la obra con el trabajo.
Primero pintamos un gran cartel en el que se podía leer: ¡Felicidades, Erik! , con grandes letras de su color favorito, el azul. Lo colgamos en el techo gracias a unos hilos resistentes. Pusimos una gran mesa en el centro del comedor con un mantel blanco. Esa mesa estaba destinada para comer y abrir los regalos.
-Bien. Él vendrá a buscarme a las doce del mediodía, como siempre. Entonces nosotros estaremos preparados con globos y serpentina. Yo iré a buscar la tarta a la pastelería a las once y mientras la tendremos en la nevera. Los invitados deben venir a las doce menos cuarto. ¿Habéis llamado a todos los que os dije?
-Siiii. Aria, te estás agobiando mucho, solo es su cumpleaños, no es para tanto – me reprochó Mery.
-Vale, me calmo.
-¿Qué le vas a regalar? – me preguntó Val en un intento de distraerme.
Yo me di cuenta, pero aún así le respondí.
-Un anillo. Es de acero inoxidable y tiene grabado un dragón, es para el pulgar – aclaré.
-Ah. Nosotras le vamos a hacer un regalo colectivo, las cuatro.
-¿Y qué es?
-Lo sabrás en su momento. Ja ja ja...


Aquí un poco más de mi historia. Quiero que sepáis que pronto descubriréis algo que os dejará con la boca abierta...y que no os gustará demasiado...!
Espero que os haya gustado este Cap.
¡Gracias y besos!