A la próxima entrada…

-¿Qué quieres, Erik? – pregunté extrañada.
-Gracias por organizar todo esto para mí. Te quiero.
-Sabes que yo también – le di un beso – Vuelve a la mesa y coloca estos platos y estos tenedores para la tarta.
Esperé a que se fuera para coger la tarta y así darle tiempo para que colocara los cubiertos.
Cuando acabamos de comer los invitados me dieron la enhorabuena por el pastel, pues les confesé que lo había hecho yo en la pastelería de mis padres.
-¿Me das la receta? – me pidió Val.
-Claro, te la apuntaré en un papel – mientras escribía la preparación le pregunté - ¿Desde cuándo te gusta la tarta de vainilla y coco?
-Desde que probé la tuya.
-Ja ja ja. Bueno, abre los regalos, ¿no?
-Sí, sí, voy.
Cada uno le fue dando su regalo por orden. Las últimas éramos Samantha, Mery, Val, Meli; y yo. Miré atentamente y con curiosidad lo que estas le habían traído. Cuando lo desempaquetó apareció en sus manos un gran marco de plata con adornos en los bordes también del mismo color. En el centro había una foto en la que salíamos él y yo abrazados en un parque de atracciones al que habíamos ido hacía cerca medio mes.
Me quedé atónita, ¿cómo habían conseguido esa foto? Rápidamente recompuse mi cara antes de que nadie se diera cuenta y me adelanté para darle mi regalo.
-¿Qué te parece? – le pregunté nerviosa.
-¡Genial!
Me subí a la mesa después de dirigirle una cálida sonrisa.
-¡Atención todos! Ahora vamos a salir todos al jardín a hacer una pelea de globos de agua.
Esas palabras fueron la clave para que todos salieran escopetados hacia fuera. Antes de que me diera tiempo a cerrar la puerta ya se oían los gritos y risas de los demás.

Bueno, pues aquí está, sé que no tiene nada de interesante… Pero en la próxima entrada descubriréis porque, y también os diré la mala noticia :(
¡De verdad, os quiero y siempre os agradeceré que estuvierais ahí! ¡¡Gracias a todos!!