Aquí está!!

Para poder dormirme tuve que tomar un bote entero de cápsulas especiales. Y aún así me costó mucho lograrlo.
A la mañana siguiente, por mucho que me pesara, decidí que pasaría el resto de los días transformado en lobo hasta que rescatara a Aria, ya que mi hermano me sacaba mucha ventaja con eso.
Me desperté temprano y me preparé un buen desayuno que me diera fuerza, ya que hoy empezaba con mis entrenamientos. Cuando acabé de comer salí sigilosamente y me fui escondiendo hasta entrar en el bosque en donde comencé a correr de un lado para otro mientras notaba que mi resistencia y mis patas iban ganando fuerza poco a poco.
Cuando noté que las tripas me rugían ya no sabía si llevaba unos minutos corriendo o varias horas.
Decidí parar para comer algo y así reponer fuerzas, y que nada del mundo me haría parar de entrenar, ya fuera dolor, hambre o frío.
De repente apareció un conejillo a mi lado mirándome fijamente. Yo sabía que Nick tenía toda esa fuerza porque no sol comía comida normal, si no que también se alimentaba de seres vivos que le daban energía.
Me lo pensé. Si Aria estuviera aquí me diría que no, a pesar de que su vida corriera peligro me daría un rotundo no. Pero yo por ella era capaz de hacer cualquier cosa, incluso eso...
Mientras me lo pensaba o no, el conejo se fue acercando más y más sin darse cuenta del peligro que corría, intenté advertirle de que era peligroso, que si escapaba no lo perseguiría.
Pero la imagen de Aria, pálida y enferma, pudo más y cogí al conejo.
Me lo comí de dos bocados y no pude evitar sentir arcadas y asco de mi mismo. Lo único que me hacía seguir adelante era Aria, ahora ella era toda mi vida...

Siento que sea el Cap. más corto, pero con Erik es bastante difícil escribir, ya que se está entrenando todo el tiempo para salva a Aria, con la que escribiré el próximo Cap.
Hasta entonces, gracias por leer :)
¡Besos!